Ambiente Negro: En nuestra Región, Ensenada y Berisso están arriba del ranking
En las últimas horas se reveló un estudio realizado por profesionales sobre el ranking de calidad ambiental, el mismo fue develado mediante una nota realizada por el periodista Nicolas Maldonado (El Dia) y deseábamos compartirlo ya que esto refuerza cuando desde nuestra ONG venimos planteando que estamos atravesando por una Crisis Ambiental importante en nuestra región Capital con complicidad de las autoridades comunales.
“A medida que la vida urbana se complejiza, resulta cada vez más común preguntarse cuál podría ser un mejor lugar donde vivir. Y si bien el interrogante se puede encarar desde diversas perspectivas, un novedoso estudio ofrece por lo pronto la respuesta desde el punto de vista de la calidad ambiental. De acuerdo con ese trabajo que fue realizado por investigadores del CONICET, ni Ensenada ni Berisso constituirían una buena opción.
El primer ranking de calidad ambiental de nuestro país ubica a Ensenada entre las cinco ciudades más desfavorecidas de Argentina; y a Berisso, en el décimo quinto peor lugar del país. El estudio, que abarca a un total de 511 municipios y departamentos, no sólo tuvo en cuenta la problemática ambiental en el sentido clásico, sino también otros factores vinculados a lo que ofrece ambientalmente cada ciudad.
“Desde el momento en que la mayor parte de la población reside hoy en zonas urbanas, nos pareció que para evaluar calidad ambiental era necesario basarse en un concepto de ambiente que abarcara no sólo las variables tradicionales vinculadas a la ecología sino también otras que tienen que ver con el entorno construido y los problemas típicamente urbanos”, explica el doctor Juan Pablo Celemín.
Coautor del estudio junto al doctor Guillermo Velázquez, ambos investigadores del Centro de Investigaciones Geográficas de la UNICEN, Celemín explica que evaluaron un total de veintitrés variables en cada ciudad: desde sus problemas ambientales típicos (contaminación, ruido, congestionamiento, inundabilidad, basurales…) hasta sus recursos recreativos de base natural (playas, espacios verdes, espejos de agua) o socialmente construidos (oferta cultural, infraestructura educativa, conservación del patrimonio…). Fue precisamente el análisis de esos factores en conjunto lo que deja mal parados a los dos municipios de nuestra Región.
Lo que más desfavorece
Desde la perspectiva de “La Calidad Ambiental en Argentina”, una buena calidad ambiental no pasa sólo por no tener problemas de contaminación sino también por contar con recursos o atractivos tanto en el entorno urbano como en paisaje natural.
“Lo que observamos en Ensenada o Berisso, como también en varios municipios del Gran Buenos Aires, es que a los problemas de contaminación se le suma una escasa oferta de atractivos de base natural y también de recursos construidos: un paisaje urbano deteriorado con fuertes asimetrías, además de pocos espacios verdes en relación con su población”, fundamenta el doctor Guillermo Velázquez.
Pero si bien los atractivos que ofrece su entorno urbano y natural resultan “limitados”, “lo que más desfavorece tanto a Ensenada como a Berisso son sin duda las localizaciones peligrosas que poseen en su jurisdicción: el relleno sanitario del Ceamse, en el primero de los casos; y la Destilería de YPF, en el caso de los dos. Pocas cosas atentan tanto contra la calidad ambiental de una ciudad como el hecho de convivir con un polo de actividad petroquímica”, reconoce Celemín.
A poca distancia de La Plata, la Destilería de YPF también afectaría su calificación. “La diferencia está en que La Plata se destaca positivamente por su ambiente construido, su amplia oferta educativa y cultural, lo que compensa algunos de los problemas de una ciudad de más de 600 mil habitantes”. De todas maneras la situación de los tres municipios tendería a equiparse si se evaluaran costos y beneficios como parte de una unidad territorial mayor, el Gran La Plata, explica el investigador.
El efecto conglomerado
Uno de los aspectos que más pone en evidencia el ranking elaborado por Velázquez y Celemín es el hecho de que buena parte de las localidades con peor índice de calidad ambiental forman parte del conglomerado urbano que rodea a la capital federal. Tal es el caso, entre otros municipios, de General Las Heras, San Vicente, Ensenada, General Rodríguez, Marcos Paz y Presidente Perón.
El fenómeno, como explican los autores del estudio, respondería al hecho de que esos distritos poseen una gran cantidad de actividades económicas en un espacio limitado y una alta densidad poblacional. Pero además, a que sus localizaciones peligrosas y asentamientos precarios no alcanzan a ser suficientemente compensados por sus atractivos naturales y servicios urbanos en general.
En este sentido, una de las pocas excepciones lo constituye el municipio de Tigre, que se encuentran en una posición relativamente buena dentro del ranking de calidad ambiental. Su caso, comenta Velázquez, “se explica más por el lado de los atractivos de base natural (el delta y su superficie verde) que por la ausencia de problemas ambientales, ya que los padece también”.
Lo cierto es que tampoco la ausencia de actividades industriales en el propio territorio garantiza de por sí una buena calidad ambiental. La prueba está en el caso de la localidad pampeana de Limay Mahuida, la peor calificada dentro del ranking nacional. Árida de por sí, la construcción del embalse El Nihuil en Mendoza, que redujo el caudal del río Atuel, la condenó a una situación tal que hoy sólo permanecen en ella unos 300 vecinos, ya que la mayoría optó por emigrar.
Del otro lado de la lista, entre las ciudades argentinas con mayor índice de calidad ambiental, se encuentran el departamento de Junín (Merlo, San Luis), seguido por Manuel Belgrano (Jujuy) y la localidad mendocina de Malargüe. Todas ellas tienen el mismo perfil, un entorno natural privilegiado y un bajo impacto negativo por actividad industrial.”