DOCUMENTO FINAL DE ENCUENTRO de la Coalición Ciudadana Anti-Incineración

Como informamos días anteriores la Coalición Ciudadana Anti-incineración realizó un encuentro en la ciudad de Rosario en el que se hizo un análisis de la situación nacional respecto a la generación y a la incineración de residuos, se compartió información sobre lo que está sucediendo en algunas ciudades del país.

Las organizaciones participantes dieron a conocer sus estrategias y tareas realizadas y se debatieron propuestas de trabajo.

La Coalición es una red fundada en 1995 que busca detener la expansión de la incineración de residuos hospitalarios, industriales y urbanos en la Argentina,  alertar sobre sus impactos sobre el ambiente, incluida la salud humana y promover estrategias de reducción y gestión sustentable de residuos.  Actualmente está formada por más de 30 organizaciones presentes en 12 provincias de nuestro país.

En el encuentro se celebraron los 20 años de existencia de la Coalición, que ha tenido una participación activa en el impulso a legislaciones de Basura Cero de nuestro país, tales como los casos de Buenos Aires, Rosario, San Pedro y la provincia de Santa Fe.

Declaración del Encuentro 2015 de la Coalición Ciudadana Anti-incineración

DSC06661La Coalición manifiesta su preocupación por el apoyo financiero de organismos públicos a proyectos de incineración o co-incineración.  Tales son los casos del proyecto de incineración desarrollado por el INTI en la provincia de San Juan y de los proyectos de elaboración de combustible derivado de residuos para su quema posterior (co-incineración) por parte de las firmas Recycomb y Arcillex. En estos tres casos ha habido fondos públicos para estos proyectos entregados por FONARSEC, dependiente de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. Asimismo ENARSA desarrolla desde hace varios años licitaciones para proyectos de incineración, con el argumento de generar energía de los residuos.

La energía que puede obtenerse de la incineración de residuos es ínfima y no compensa los graves impactos sociales, ambientales y económicos de esa tecnología. Mucha más energía puede ahorrarse reciclando, reutilizando o reduciendo la generación misma de los  residuos.

Nos preocupa la tendencia que venimos observando en diversos proyectos de tratamiento de residuos que apuntan a producir con ellos un combustible para co-incinerarlo en cementeras. Ya existen cementeras en nuestro país que queman residuos, las que en varios casos han recibido denuncias por los impactos ambientales de sus prácticas. La quema de residuos en cementeras no es una opción para el tratamiento de residuos; los sistemas de control han demostrado ser inadecuados para garantizar la salud de la población y en términos generales las estrategias de recuperación de residuos son más convenientes desde cualquier punto de vista.

Hay una estrecha relación entre los residuos y el cambio climático. La incineración es la peor opción de manejo de residuos y sólo conduce a agravar el problema climático. Las estrategias de Basura Cero, en cambio, tienen el potencial de ser un camino eficaz para la mitigación del cambio climático, que se encuentra entre los mayores problemas ambientales de este siglo. Basura Cero se basa en la reducción de la generación de residuos, el consumo sustentable, la separación en origen y recolección diferenciada, el compostaje y el reciclaje de materiales. Basura Cero procura cambiar los patrones de producción y consumo, y a la vez crear una economía circular de materiales en la que todos los materiales descartados sirvan a otros procesos, naturales o industriales.

La crisis de los residuos en el área metropolitana de Buenos Aires sigue sin resolverse. Nos preocupa en particular la situación en La Matanza y la ciudad de Buenos Aires. En La Matanza, tras la orden de cierre del relleno de González Catán, el gobierno buscó salir del paso con un proyecto altamente improvisado denominado Centro Ambiental de Recomposición Energética (CARE). Este proyecto, sobre el cual siguen pesando a la fecha muchas incertidumbres, plantea la separación de los residuos mezclados en la planta y la producción de combustible derivado de los residuos para su quema posterior en otras instalaciones. A la fecha la gestión de los residuos en La Matanza ha sufrido un retroceso; no hay separación en origen y el relleno sanitario se encuentra cada vez más colapsado.

Esto se suma a la preocupante situación  que se padece  en distintas ciudades de la Provincia de Buenos Aires, en una clara violación del articulo 28 de la Constitución Bonaerense e   incumplimiento  de   la Ley Provincial 13592, con la ausencia de  gestiones que impliquen la separación en origen, los procesos de compostaje, maximizando la recuperación de residuos y minimizando la generación, sumado a la mala disposición final de los RSU, con la formación de  mega-basurales a cielo abierto que representan un serio riesgo sanitario y ambiental para la población ante la inacción de los gobiernos municipales.

En la Ciudad de Buenos Aires, a pesar de algunos avances realizados en el último tiempo, nos preocupan las licitaciones de dos plantas MBT de 1000 ton/día que se suman a la que ya está funcionando en Norte 3. Esto contradice el espíritu de la ley Basura Cero que apunta a instalar la separación en origen y no es una estrategia adecuada para cumplir las metas de reducción esta ley, que actualmente se encuentra en el 15% del cumplimiento cuando debería estar apróximandose al 75% que la ley ordena llegar en el año 2017. Además en algunas ofertas se ha incluido la producción de combustible para su quema posterior, algo que está prohibido por la ley. Sumado a ello preocupa que desde el gobierno no se estén apoyando lo suficiente a las cooperativas que manejan el sistema de recolección y reciclaje de residuos secos.

Es urgente que las ciudades de nuestro país pongan en marcha estrategias efectivas de Basura Cero, que reconozcan el trabajo de los recuperadores informales y los integre al sistema de recuperación de residuos. El tratamiento de residuos orgánicos hacia un verdadero compostaje es esencial, ya sea a través del compostaje domiciliario o centralizado, pero con separación en origen a fin de garantizar la calidad real del compost y su posible utilización en actividades de producción de alimentos. En nuestro país en el que predominan localidades pequeñas, el compostaje domiciliario tiene una gran potencialidad. Asimismo es necesario discutir y sancionar una ley general sobre compostaje, modificar las regulaciones de SENASA, restrictivas y anticuadas, que no permiten la certificación de compost producido con residuos urbanos separados en origen.

Sigue siendo además una deuda pendiente del Congreso Nacional  la sanción de leyes de Responsabilidad Extendida al Productor (particularmente para residuos electrónicos y envases), que asigne responsabilidades a las empresas y que permita no sólo el reciclaje sino también reducir la generación de residuos y su toxicidad.

La Coalición seguirá promoviendo la apropiación por parte de las comunidades del concepto Basura Cero y su puesta en marcha, y con ello, lograr la reducción en el uso de materiales y energía, con la premisa de reconocernos al fin como habitantes de un planeta de recursos finitos.

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